jueves, 2 de abril de 2009

Vanity Vanity Vanity


La fama, la belleza y la juventud son símbolos de poder en nuestra generación. Seamos realistas, todos somos bestias hambrientas de reconocimiento público y buscamos por cualquier medio nuestros 15 minutos a como de lugar sin descansar hasta conseguirlos y prolongarlos lo mas posible. Denigramos a la gente que no posee las cualidades físicas que nos atraen y los tildamos de feos, nos miramos en todo espejo que se atraviesa en nuestro camino y cuidamos nuestra ropa como si el mundo fuera una amenaza a nuestra apariencia.

Nuestro narcisismo nos domina de una manera tan drástica que nuestros valores son desplazados por el mismo, el amor se transforma de un "me haces feliz" a un "nos vemos bien juntos" en fracciones de segundo y para elegir a nuestras amistades ya no nos guiamos por la solidaridad o el cariño que le tengamos a las personas, ni siquiera por lo bien que la pasemos con ellas sino por las conexiones que estas podrían traernos y como podrían ayudarnos a escalar socialmente.

Nos tomamos millones de fotos, grabamos vídeos acerca de cuan genial es nuestra vida y ocultamos lo vacíos que nos sentimos internamente mientras nos ahogamos en nuestra propia y autocausada vanidad a la cual ni siquiera consideramos pecado.

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